A atajar la calle...
ANTONIO BURGOS
Actualizado Viernes, 14-08-09 a las 06:56
Dice mi ilustrado prologado Alvaro Pastor Torres, que sabe de la Historia de nuestra ciudad más que el mismo Hércules que la fundó, que aquí se ha aplicado la famosa profecía de Alfonso Guerra: a Sevilla no la conoce ya ni la madre que la parió. Han conseguido lo que parecía imposible: que Sevilla no se parezca a Sevilla casi nada. Por la parte de los gitanos errantes nos parecemos al Sudán y por la parte de las bicicletas, a Amsterdam. Esto va camino de ser Amsterdam sin más canales que Canal Sur, Canal Digital y Canal 47.
Sigo sin explicarme por qué el Ayuntamiento la tiene tomada con los coches y con los comerciantes. Para fastidiarlos a ambos a un tiempo ha encontrado la fórmula mágica: la peatonalización. ¿Qué le han hecho los coches al Ayuntamiento, si son una fuente de financiación con el sellito famoso? El sellito se llama oficialmente Impuesto Municipal de Circulación. Divertidísimo. Cobran cada vez más por una cosa que cada vez se puede hacer menos: circular. Cada vez hay menos calles por donde ir con el coche, y en aquellas en las que aún se puede circular, la calzada es cada vez más estrecha. El Puente de Triana puede ser el paradigma. Van a dejar sólo dos carriles para coches, uno para acá y otro para allá. ¿Dónde va a llegar el atasco en la calle San Jacinto? Pues a ninguna parte, porque peatonalizan la calle San Jacinto.
Lo de la calle San Jacinto ha sido para mí esclarecedor. Nunca creí que llegaran a peatonalizarla. ¿Y saben por qué? Porque tengo entendido que allí vive el alcalde. El alcalde peatonaliza su calle seguramente para dar ejemplo. Cuando vayan a protestarle los vecinos de la calle Asunción, les dirá:
—¿Qué me van a contar ustedes, si Moriña también me ha peatonalizado a mí la calle San Jacinto?
Este ha sido mi segundo gran descubrimiento con la polémica peatonal de esa calle, Moriña. Que hay un concejal socialista, el delegado del Distrito de Triana, que se llama Alberto Moriña. ¿Se han fijado que la estructura de poder está tan centralizada y personalizada en el Ayuntamiento que quitando al alcalde, a Zoido, a Torrijos y a esa Victoria Vera cuchurría que se llama Maribel Montaño no conocemos a casi nadie, que apenas suena casi ningún concejal?
Sevilla está llena de alambradas como de gallinero. Muchas de ellas, para llevar el carril-bici a lugares que estaban divinamente como estaban, con su circulación y su comodidad de que el coche te dejara en la puerta. Lo de la calle Luis Montoto tiene un ver. Paso por Luis Montoto y pienso lo de siempre: hasta que no peatonalicen la Ese Treinta y pongan un carril-bici en el Puente del Centenario no van a parar.
Frente al Hospital Virgen del Rocío, en la calle Marqués de Luca de Tena, acaban de poner las vallas dichosas delante de la acera de la clínica de los diálisis y del Banco Santander. Allí hay una entrada al aparcamiento subterráneo. Hasta que pusieron estas vallas, había dos carriles de circulación para los coches y sobre todo para las ambulancias que venían de Manuel Siurot con la sirena puesta e iban hacia las urgencias del Hospital General, de Trauma, del Maternal o del Infantil. Ahora hay ya un solo estrecho carril, entre la entrada al aparcamiento y las vallas de las dichosas bicicletitas. Delante de un concurridísimo paso de cebra, ante el que se paran todos los coches. Resultado: embotellamiento continuo, con los coches que llegan desde la esquina de la calle Bami a Manuel Siurot. El que venga atrás, aunque sea una ambulancia con una urgencia, que arree. Que espere a que tengamos terminada de estropear completamente del todo, que decía El Chimenea, esta Sevilla con setas y rascacielos que ya no la conoce ni la madre que la parió.
Con tantas obras que venía habiendo en la ciudad de Sevilla para mejora de la misma, esperaba el típico artículo de opinión de nuestro ya conocido Antonio Burgos que en su día en el otro blog le dediqué una sección con sus artículos en los que atacaba continuamente la bicicleta, el carril bici, la peatonalización o cualquier proyecto realizado por el Ayuntamiento de Sevilla mientras que no esté el PP en la alcaldía.
Entre todo este planfleto infumable, creo que me quedo con esta frase.
Sevilla está llena de alambradas como de gallinero. Muchas de ellas, para llevar el carril-bici a lugares que estaban divinamente como estaban, con su circulación y su comodidad de que el coche te dejara en la puerta.
Dicha frase describe perféctamente el pensamiento sevillano rancio de los años 60-70 en el que el medio de trasnsporte por excelencia era el coche y era aquel que te llevaba y te traía, el que te dejaba en la puerta de tu casa como se suele decir.
Pero hoy en día, las cosas son muy diferentes y existe algo que se llama cambio climático y cosas como las que mencionan de aparcar el coche en la puerta de casa, hoy en día es bastante dificil, pero aún así no pasa absolutamente nada por aparcar el coche a 5 minutos de casa e ir andando, que parece que a algunos se les ha olvidado que tienen dos piernas para poder ir andando con tanta comodidad de tanto coche.
En fin, solo queda decir...Antonio Burgos, te has vuelto a retratar a ti mismo.
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